Ruido. Era el único nombre que se le podía asignar a aquello, un constante traqueteo de maletas y personas corriendo arriba y abajo. Jane permanecía sentada en el suelo, a su lado había una maleta negra, su aspecto era casi indescriptible ya que estaba tan remendada con celo y cuerdas que parecía cualquier cosa antes que una maleta. En su regazo descansaba una mochila, esta era marrón y de un tamaño más pequeño, aunque la otra tampoco se podía considerar que era una maleta grande. Golpeaba sus pies intentando distraerse, había llegado 10 minutos antes de la hora acordada pero como no tenía que recoger casi nada de su casa decidió por una vez empezar temprano su aventura. Varios niños que pasaron cerca de ella se agarraron a sus madres con recelo, estas la miraban como si fuese un bicho raro, una vagabunda que venía a robarles el dinero y a quedarse con sus hijos; esta actitud no le molestó a Jane para nada, había tenido toda una vida para acostumbrarse a aquellas miradas de desagrado.
-¿Este es todo tu equipaje? Que sepas que vamos a pasar muuuuuucho tiempo juntos y necesitaras de todo tu armario -comentó Ryo nada más aparecer frente a ella con una cara algo sospechosa.
-Ahí va toda mi vida, así que un poco más de respeto -le sonrió agarrando la maleta entre sus brazos mientras alzaba la ceja con diversión frente a la cara de jugueteo que le ponía él.
Manteniendo una conversación algo estúpida sobre el estado de su maleta se dirigieron al coche de Ryo, este era un mini couper rojo con el techo blanco, un coche nada común por aquellos sitios lo que le daba un encanto peculiar. En un santiamén llegaron al piso de Ryo, este estaba en un edificio bastante alto así que cogieron el ascensor. Jane no cabía en su asombro pensando en la idea de que viviría en un piso normal y corriente como la gente normal, ¡con ascensor y todo! Aunque era cierto que se sentía culpable por lo que pudiese pasarle al chico, había tenido malas experiencias con sus antiguos compañeros de piso y no le apetecía nada volver a vivirlas... pero la idea de vivir en un piso guay era tan grande que casi lo pasaba todo por alto, además, él había insistido sin siquiera dejarle dar explicaciones así que él se lo había buscado. Cuando el chico le abrió la puerta y ella pudo ver el interior la maleta que llevaba en los brazos se le cayó haciendo un eco horrible acompañado de su boca casi le llegaba al suelo. Lo que sus ojos contemplaban con tanta facilidad se hacía incomprensible en su cerebro, ¿de verdad iba a vivir ella en ese palacio?
-¿¡Enserio que voy a poder vivir aquí!? -caminaba despacio, como si no quisiese ni rozar el suelo no lo fuese a estropear, se dirigió hacia la cocina y abrió el grifo, cuando vió que de él salía agua casi se puso a llorar- ¡¡¡tendré agua limpia que beber!!! -la lagrimilla le caía por la mejilla cuando salió corriendo y abrazó a Ryo levantándolo en peso- ¡¡gracias gracias gracias!!
-Em..de nada.. -gritaba medio ahogado por el abrazo- digo..yo..¡¡sueltameee!! -se estaba empezando a poner azul y ya casi no podía respirar.
-Perdona perdona -ríe muy contenta, era tanta su alegría que poco a poco su cabello fue cambiando de estar negro a tener un tono rojo intenso, un rojo fuego que brillaba con luz propia. Ignorando esto se dirigió al baño viendo que acostumbrada a donde ella solía estar era gigantesco- …..si supieras....el tiempo que llevo sin pisar una de estas... -le mira con toda la cara de pena que podría existir pero Ryo apenas se dio cuenta ya que todavía seguía mirando ensimismado lo que acababa de pasar con su pelo.
-¿E..eso...es..normal? -preguntó con un leve tick en la ceja señalando su pelo, algo acojonado. Ella se lo miró quedándose sorprendida del cambio que había dado sin siquiera darse cuenta.
-¡Hostia puta! … Je...bueno, en verdad te tendrías que enterar si o si.. -suspirando aún conteniendo la felicidad- sí, es normal, por culpa de esto necesito que me protejas. Pero antes de explicarte nada...¡¡dejame darme un baño, porfiiii!! -volvió a ponerle sus ojitos brillantes a lo que Ryo, aún sin saber muy bien que hacer con lo que se le venía encima, solo pudo asentir dejando que la chica entrase en el baño.
-Vaya marrón...
~Scarecrow~